¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda cuando estamos mal? ¿Por qué seguimos creyendo que hablar de emociones es signo de fragilidad?
Los estigmas persisten
Aunque hablemos más de salud mental que antes, todavía persisten ideas dañinas: que uno debe “poder solo”, que “hay gente peor”, o que “no es tan grave”. Estas ideas refuerzan el silencio.
Cuidarse también es enfrentarse
Buscar ayuda psicológica no es solo contención. También implica enfrentar lo que evitamos, asumir la responsabilidad de lo que sentimos y tomar decisiones internas que pueden ser difíciles.
Eso no es debilidad. Eso es coraje emocional.
El rol de la terapia
La terapia no es para "curarse". Es para entenderse, reorganizarse, crecer. Es un espacio de encuentro con uno mismo que no siempre es cómodo, pero sí profundamente necesario.
Conclusión
Cuidar tu salud mental es un acto de madurez. No por estar mal, sino por querer estar mejor. Y eso merece respeto, no vergüenza.