En muchas parejas, los conflictos no son por grandes diferencias, sino por pequeñas cosas que se repiten una y otra vez: quién limpia, cómo se responde un mensaje, el tono al hablar. ¿Qué hay detrás de esa repetición?
Ciclos emocionales invisibles
En terapia de pareja hablamos de “ciclos negativos”: una persona reacciona desde la defensa, la otra desde el reclamo, y se alimentan mutuamente sin salir. No se trata del contenido, sino de la estructura del vínculo en ese momento.
Detener el ciclo
El primer paso no es resolver el tema, sino detener el patrón. Esto se hace reconociendo:
- Qué siento cuando ocurre esto.
- Qué intento proteger o expresar.
- Qué efecto tiene mi reacción en el otro.
Este trabajo requiere conciencia y, muchas veces, acompañamiento externo.
¿Es realmente siempre por lo mismo?
A veces lo que parece “siempre igual” en realidad tiene distintas raíces: miedo al abandono, necesidad de validación, heridas pasadas. Al nombrarlas, cambia el modo de relacionarnos.
Conclusión
No se trata solo de “comunicarse mejor”, sino de entender qué emociones y necesidades están debajo. Comprender el ciclo es el primer paso para transformarlo.