¿Te estás perdiendo por intentar encajar?

Migración29/7/20253 min de lectura
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Autora:
Daniela E. Correa Toro
Psicóloga
¿Te estás perdiendo por intentar encajar?

Te quiero contar una historia que podría ayudarte a comprender mejor lo que estás viviendo y, quizás, a reencontrarte contigo mismo.

Es la historia de una chica que nació y creció en México. En su entorno, el ideal de belleza femenina era bastante claro: cabello largo, maquillaje impecable, ropa sin arrugas y zapatos perfectos. El uso de tacones era sinónimo de elegancia. Como en muchos países de América Latina, estas expectativas sociales eran parte del día a día. En contraste, en otros países, especialmente algunos de habla inglesa, los estándares pueden ser distintos: un estilo más relajado, con ropa cómoda y suelta que prioriza la practicidad sobre la apariencia.

Esta chica, criada con un concepto muy definido de lo que “debería ser” una mujer, migró a Estados Unidos enfrentando una realidad completamente distinta. Al poco tiempo comenzó a experimentar síntomas de despersonalización: una sensación extraña, como si estuviera desconectada de sí misma, como si observara su vida desde fuera, sin reconocerse. Era como vivir dentro de un sueño o interpretar un papel que no sentía suyo.

Cuando comenzó terapia, describía su experiencia como un “bloqueo emocional”; decía que no podía sentir nada. Al explorar más a fondo, descubrimos que el choque cultural y la necesidad de adaptarse a un nuevo entorno estaban afectando profundamente su sentido de identidad.

En su intento por encajar, empezó a cambiar su forma de vestir y de presentarse. Ya no usaba el maquillaje ni la ropa que solía llevar en su país, porque percibía que aquí eso provocaba rechazo o dificultaba hacer conexiones sociales, incluso conseguir empleo. Así que se adaptó... pero al hacerlo, poco a poco, comenzó a dejar de reconocerse.

Nunca había considerado que sus raíces, su historia, sus costumbres, pudieran ser tan importantes para su identidad. Solo cuando dijo en voz alta una frase reveladora —“La gente siempre parece estar insatisfecha, sin importar cómo me vista”— comenzó a comprender. Ese momento fue clave: le permitió cuestionar si valía la pena seguir moldeándose según las expectativas ajenas. Y así empezó el camino de regreso hacia sí misma, recuperando lo que la hacía sentir auténtica.

¿Alguna vez has sentido que te pierdes por encajar en un grupo social?

Perderse a uno mismo puede ocurrir de muchas maneras: en un trabajo que no te representa, en una relación donde te anulas, al migrar o al intentar pertenecer a una comunidad con valores distintos a los tuyos.

Pero perderse no siempre es negativo. A veces, es parte del viaje de conocerse mejor. Saber lo que no te gusta, lo que no va contigo, también es una forma de volver a ti.

Volver a ti no es regresar al pasado, sino reconocer lo esencial que sigue vivo en ti, aunque el entorno cambie.

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